Sabemos que en el postparto se vive una gran avalancha de dudas y temores ¡Tranquila!
Estamos contigo para acompañarte en esta etapa de gran importancia en la vida de tu bebé y en la tuya, por eso te compartimos 10 consejos que esperamos te aligeren el camino.
Recuerda que la lactancia materna no es solo alimento: Es el segundo cordón umbilical de tu bebé, este le brinda seguridad, consuelo y tranquilidad.
El patrón completo de succión incluye la succión nutritiva (bebé extrae leche para alimentarse) y la succión no nutritiva (el bebé succiona suave para tranquilizarse). Si deseas aumentar tu producción permite ambos tipos de succión.
La succión no nutritiva estimula la bajada de la leche para la posterior succión nutritiva.
Vacía lo más que puedas un seno antes de ofrecer el otro: Es necesario que tu bebé consuma la leche del principio y final, ya que la última es tan necesaria como la primera, pues contiene grasas y proteínas que favorecen el crecimiento de tu bebé.
Segundo, entre más vacío esté tu seno menos FIL tiene. El FIL (Factor inhibidor de la leche) le indica a tu cerebro cuando el seno está vacío para volver a llenarlo. Si hay mucho FIL tu cerebro no verá necesidad de producir más leche.
Amamanta en las noches y madrugadas: Tus niveles de prolactina (hormona encargada de la producción de la leche) son más altos durante la noche para que tu bebé y tú puedan dormir por períodos más prolongados de tiempo. Su pico más alto está entre las dos y las seis de la mañana ¡Aprovecha!
Evita los chupos: El chupo tranquiliza y distrae a tu bebé impidiendo que se consuele con el seno. Se estaría impidiendo la succión no nutritiva que es clave para estimular y aumentar la producción.
Amamanta a tu bebé a demanda: Cada vez que te pida. El estímulo en el seno será lo que le dirá a tu cuerpo cuánta leche necesita producir. Entre más estímulo, más leche. La producción de leche depende directamente de la demanda del bebé.
Busca apoyo durante la lactancia: La sensación de bienestar y descanso es la clave para la producción de leche. El estrés y el miedo son los peores enemigos de la lactancia. Rodéate de personas que te brinden tranquilidad.
Estimula la producción de oxitocina: Con un masaje en la parte superior de la espalda donde se encuentran los nervios intercostales 4, 5 y 6 encargados de llevar la oxitocina al seno. La oxitocina es la encargada de la eyección (salida) de la leche.
Recuerda las crisis de lactancia: a los quince días, mes y medio y tres meses. Tu bebé querrá estar todo el tiempo pegado al pecho succionando. Permítele hacerlo. De esta manera, él mismo se encargará de incrementar tu producción al aumentar el estímulo.
Realiza la extracción poderosa: extráete cada 45/60 minutos con descansos nocturnos de 4 horas. Extráete 5 minutos por pecho o 10 minutos con extractor doble. El objetivo es estimular, ya que cada extracción te generará un nuevo pico de prolactina. Entre más picos haya más leche tendrás. Al principio puede que no salga nada, no importa, continúa con el proceso mínimo por tres días.
Confía en ti: La lactancia es un proceso de confianza en el propio cuerpo. Monitorea el número de pañales con deposición y orina, los periodos de sueño, la ganancia de peso y la hidratación bucal. Si todo está progresando adecuadamente permítete confiar en ti: esta es la clave principal.
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