Es claro que tu bebé se mueve dentro de ti y te das cuenta de ello porque sientes sus pataditas. Pero ¿te has puesto a pensar cuál es la posición que adopta y por qué lo hace? En esta ocasión vamos a hablar sobre la posición fetal al final del embarazo y las implicaciones que tiene tanto para esta etapa como para el parto.
La posición fetal es la postura que adopta el bebé cuando está dentro del útero. Esta estará determinada por la forma del útero, el tamaño de tu hijo y las etapas del embarazo. Al comienzo de la gestación, el bebé es muy chiquito y se encuentra nadando en el líquido amniótico, adoptando cualquier posición. Pero conforme este avanza, tu hijo adopta una forma de “C” con los brazos y las piernas pegadas del cuerpo y con su cabeza apuntando hacia abajo (Iftikhar, 2020).
Esta posición (con la cabeza hacia tu pelvis) le da seguridad y comodidad. Para ti también es una posición óptima: sientes menos tensión en el abdomen y es más fácil para el cuerpo llevar el peso. Sin embargo, es posible que al final del embarazo la cabeza de tu bebé te pese o incomode un poco en la pelvis y se incremente el dolor en la espalda baja (Iftikhar, 2020).
Así como el ácido fólico es importante para el desarrollo inicial de tu hijo, la posición fetal es crucial al momento del parto. Un bebé que tenga una postura anómala puede presentar complicaciones en el parto. Afortunadamente, el médico puede confirmar su posición mediante la ecografía del embarazo (Moldenhauer, 2021).
Al final del embarazo y justo antes del parto, el bebé puede adoptar 4 posiciones (Iftikhar, 2020; Mayo Clinic, 2022; Moldenhauer, 2021):
Es la posición fetal ideal para el parto y la más común. El bebé tiene la cabeza en la pelvis materna y su carita mira hacia la espalda de su madre.
H3: Occipucio posterior
Aquí el bebé se encuentra boca abajo, pero con su carita viendo hacia el vientre de la madre. En esta posición es difícil para el bebé flexionar su cuello para pasar por el canal del parto. De forma que el parto puede hacerse mucho más largo y difícil.
H3: De cara o de frente
En este caso, la cabeza del bebé se encuentra en la pelvis de la madre. Su cuello está extendido y se ve en el canal del parto la cara o la frente del bebé. Cuando se presenta esta posición es necesario usar fórceps para el parto vaginal. Ahora bien, estas posturas anómalas pueden corregirse durante el parto.
H3: Posición fetal de nalgas
El bebé se encuentra sentado, con la colita en dirección de la pelvis materna. Se trata de una postura poco común que dificulta mucho el parto y que, habitualmente, requiere una cesárea. Suele presentarse en los partos prematuros, cuando el bebé tiene algún problema o si la mamá tiene algún mioma en el útero.
H3: Oblicua
Aquí el bebé se ubica de forma diagonal en el útero y la cabeza no está bien encajada en la pelvis. Esto puede deberse a enfermedades que tenga el niño, miomas uterinos o simplemente ser una posición de transición que se corrige al iniciar el parto. El médico puede intentar girar al bebé para que nazca por parto natural.
H3: Transversa
El bebé se ubica perpendicular a la columna materna; se evidencia su cabeza hacia un lado del abdomen y su colita hacia el otro lado. Esta postura no permite el parto y puede ser peligroso intentar rotar al bebé, por lo que usualmente termina en una cesárea. Algunos embarazos gemelares cursan con esta posición fetal.
Si tu médico observa que tu hijo no está en la posición correcta, puede intentar rotarlo con algunas maniobras especiales. Sin embargo, antes de realizar estas maniobras debe verificar dónde se ubican la placenta y el cordón umbilical. Esto se observa en los controles prenatales mediante una ecografía. Por eso, debes asistir a todos los controles, desde que presentas el sangrado de implantación y conoces que estás embarazada (Mayo Clinic, 2022).
H2: Otros conceptos claves
El médico necesita confirmar otros rasgos posturales del bebé para decidirse por el parto natural, tales como:
La posición fetal es un elemento clave para que el parto sea tranquilo y sin complicaciones. Así pues, lo ideal es que el bebé se encuentre boca abajo, mirando hacia la espalda materna y con el cuello bien flexionado. De esta forma, podrá atravesar el canal del parto sin problemas. Para conocer la posición exacta del bebé en tu barriga necesitas de una ecografía, por eso te invitamos a asistir a todos tus controles prenatales y estar atenta a todo lo que sucede con tu bebé.
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