Un recién nacido requiere cuidados especiales de tu parte. Por lo tanto, hay cuestiones a las que deberás prestar mucha atención. Una de ellas es la piel de tu bebé.
Además de ser increíblemente suave, la piel de un recién nacido es su escudo contra el mundo exterior. Esta desempeña un papel importante en la salud de tu bebé, ya que es la primera línea de defensa frente a algunas enfermedades. Otra de sus funciones es regular su temperatura corporal.
Algunas modificaciones que le irán sucediendo serán normales y naturales, así que conocerlas te dará tranquilidad.
La piel de los seres humanos tiene 3 capas (García y Alonso, 2021):
La mayor diferencia entre los adultos y los recién nacidos está en la dermis (Visscher et al., 2015). En los bebés, esta capa produce mucha grasa. Además, las glándulas del sudor son inmaduras y por eso les cuesta regular su temperatura. Eso sí: estas condiciones irán cambiando con el crecimiento.
Muchos recién nacidos tienen, en los primeros días, una coloración amarillenta en su piel. El fenómeno se llama “ictericia fisiológica” cuando no se relaciona a una enfermedad (Ñacari, 2018).
Es más frecuente en bebés que se alimentan exclusivamente del pecho materno. Por lo general, en 2 o 3 semanas desaparece sin dejar secuelas.
Otro cambio de color habitual y normal es la acrocianosis (Eichenwald, 2020). Este es el nombre que recibe el tono azulado en las manos, los pies y la boca.
Sucede porque al recién nacido le cuesta regular su temperatura. Entonces, cuando hace frío o realiza un esfuerzo (el llanto, por ejemplo), llega un poco menos de sangre a esas zonas y cambian de color por un momento.
El lanugo es un pelo muy fino que tienen algunos bebés. Si bien algunos recién nacidos pueden tener mayor cantidad al momento del parto, siempre es normal (Verhave et al., 2021).
La mayor producción de grasa por parte del bebé comienza en el vientre de la madre (Checa et al., 2015). Allí se le forma una capa oleosa y blanquecina conocida como vérnix caseosa que puede ser evidente al nacer. Lo habitual es que esta capa desaparezca con el primer baño que realices en tu hogar.
El trabajo de parto puede dejar alguna retención de líquidos en la piel del recién nacido. Sobre todo, es común observar inflamación en su cabeza (Jacob y Hoerter, 2022). Con el paso de los días desaparecerá.
También podrían presentarse unas protuberancias blancas diminutas en la piel. Se les llama “milios” y no está claro por qué se originan (Gallardo y Méndez, 2022). De todos modos, son inflamaciones transitorias que no requieren tratamiento y desaparecen en pocos meses.
Las manchas en la piel de los recién nacidos pueden ser muy variadas. Lo bueno es que pocas veces representan un problema de salud (De María et al., 2021). Las manchas normales más frecuentes que puedes encontrar son las siguientes:
Ahora que ya sabes qué es normal en la piel de tu bebé recién nacido, puedes cuidarlo de la mejor manera. Para ello, ten en cuenta estos consejos que veremos a continuación:
Tradicionalmente, se esperaba hasta la caída del cordón umbilical (en la primera semana) para realizar el primer baño. La verdad es que puedes bañarlo antes, pero lo ideal es que el bebé ya pueda regular algo de su temperatura, lo que ocurre entre el segundo y el séptimo día (Gözen et al., 2019).
Puedes usar un jabón, pero este debe ser neutro. Solo ten presente que no es necesario que bañes a tu bebé a diario (Lund, 2016). La piel cuenta con mecanismos naturales para autolimpiarse. En todo caso, puedes valerte de toallitas húmedas sin alcohol y sin parabenos, como las que ofrecemos en Winny.
Existe una amplia variedad de cremas disponibles para la piel de tu recién nacido, lo cual puede resultar abrumador. Para simplificar, debes saber que las recomendadas son las llamadas “emolientes”.
Estas se colocan después de cada baño. De esta manera, crean una capa grasa artificial que retiene la humedad y evita que la piel se reseque en exceso (Irvin y Miller, 2015).
Los ingredientes menos alérgicos de los emolientes son los siguientes (García, 2019):
La protección solar debe aplicarse siempre que el bebé vaya a ser expuesto al sol. Los recién nacidos necesitan un factor de protección solar (FPS) alto: superior a 50 y, preferiblemente, mayor a 60 (Márquez et al., 2018).
De todas maneras, en el recién nacido tienes que tomar algunas precauciones extras, además de colocarle la crema:
Es muy difícil prevenir la aparición de una alergia cutánea en un recién nacido. Aun así, hay algunas medidas que son útiles y que te podrían ayudar a reducir el riesgo:
La piel del recién nacido necesita cuidados especiales. Es importante que uses productos que no le causen alergia, que te valgas del jabón neutro y que prefieras cremas emolientes. Si vas a exponerlo al sol, no lo hagas sin protector FPS 50 o superior.
Elige su ropa con cuidado. Tómate tu tiempo para evaluar las alternativas disponibles.
Winny cuenta con productos diseñados para prevenir irritaciones. Los pañales y las toallitas húmedas de Winny son opciones ideales para proteger la piel de tu bebé.
Con medidas simples y sencillas, mantener la higiene y protección de tu recién nacido es posible. Sigue estos consejos para un desarrollo normal y saludable.
Eichenwald, E.C. (2020). Overview of cyanosis in the newborn.
Gallardo Avila, P. P., & Méndez, M.D. (2022). Milia. StatPearls Publishing.
García Dorado, J., & Alonso Fraile, P. (2021). Anatomía y fisiología de la piel. Pediatría, 156, e1.
García Jiménez, S. (2019). Cuidados básicos del recién nacido. El farmacéutico, 573, 26-32.
Jacob, K., & Hoerter, J.E. (2022). Caput Succedaneum. StatPearls Publishing.
Verhave, B. L., Nassereddin, A., & Lappin, S.L. (2021). Embryology, Lanugo. StatPearls Publishing.
Vigila cómo crecen tus hijos mediante la curva de crecimiento. Descubre de qué se trata aquí.
Existen diferentes tipos de alergias en bebés que debes conocer.
Te invitamos a que conozcas todos los beneficios de los párvulos en la formación de tus hijos.