En la semana 26 de tu embarazo, tu bebé alcanzará un poco menos de un kilogramo de peso y medirá aproximadamente 35 centímetros. Puedes notar en tu panza que el cambio es constantemente mayor en el peso y no en la longitud; esta tendencia continuará así por algunas semanas del desarrollo para después volver a equilibrarse.
Tu bebé cada semana aprende más de los sonidos y de todo tipo de estímulos a los cuales es expuesto en tu rutina diaria. Su cerebro desde hace algunas semanas ha estado vinculando y asociando todo lo que puede, y ahora su sentido de la audición es poco a poco más fino. ¿Te imaginas cómo será de emocionante cuando nazca y pueda lograr reconocer el timbre particular de tu voz?
El exceso de líquido juega en tu contra. En la semana 26 de tu embarazo es muy importante que entiendas que al existir la presión del útero, el aumento del volumen sanguíneo y las hormonas del embarazo, la retención del líquido en tu organismo crece y con ello vienen problemas asociados.
Algunos son pequeños, como que temporalmente no podrás usar tus anillos, o que tus zapatos preferidos te queden demasiados apretados. Pero más allá de esto, una mala posición durante el día te pasará cuenta de cobro en la noche. Es importante que cuides tus tobillos y tus pies.
Al emplear un calzado apretado o muy alto te estás arriesgando a que al anochecer estén demasiados hinchados, porque la gravedad a lo largo del día ha favorecido la retención de líquidos en esta parte, que es de las que más recibe presión por el peso extra.
No consumas líquido en exceso en tus comidas, pues empeorará las zonas hinchadas de tu cuerpo. Lo ideal es que realices actividad cardiovascular para ayudar a movilizar grandes volúmenes de líquido y ejercitar tu corazón y el de tu bebé.
Ahora más que nunca debes hablarle tiernamente a tu pancita, puedes estar segura que existe alguien que recibe tu mensaje y seguramente se irá familiarizando con tu tono de voz.
Recuerda que el alcohol es una sustancia muy tóxica para tu bebé y para tu organismo. Puede empeorar muchos de los síntomas asociados con el embarazo y además provocar secuelas en tu hijo.
Es posible que seas de las madres cuyas encías se ponen muy sensibles e incluso llegan a sangrar con el cepillado habitual. Conoce más al respecto a continuación.
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