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Estimulación

Juego simbólico para desarrollar el pensamiento de tu bebé

Mamá jugando con su bebé.
Te mostramos cómo estimular el pensamiento e imaginación de tu bebé en los primeros meses.

¿Recuerdas qué bello es jugar con la imaginación? A través del juego simbólico, una forma infantil de exploración activa, tu bebé logrará crear una imagen inmaterial del mundo. En los primeros meses, será curioso para conocer cómo suena, se observa y se siente su alrededor, pero luego podrá imaginar que vuela, estando sostenido en tus brazos, y más adelante, ¡podrá imaginar que una caja es su nave espacial para conocer el universo!

Es posible que estando en la etapa de la maternidad, tengas muchas preguntas sobre cómo tu bebé percibe y entiende el mundo. Si bien él nace con muchas habilidades desde el primer día de vida, estas son como un lienzo sobre el cual irá creando, a través de su experiencia, una pintura llena de colores, formas y relaciones entre sí. En otras palabras, tu recién nacido desarrollará su cerebro y creará nuevas conexiones entre neuronas conforme aprende. Este es un proceso gradual que se conoce como neurodesarrollo infantil (Forster y López, 2022).

Luego, aproximadamente desde los 18 meses, tu bebé no solo explorará el mundo que lo rodea con sentidos como el tacto, la vista, el gusto y el olfato. Además, empezará a desarrollar su imaginación y esa capacidad que tenemos los seres humanos de representar con palabras o imágenes los lugares, eventos, personas y características que no están presentes.

Juego simbólico: desarrollo cognitivo y emocional óptimos

Dentro de su proceso de desarrollo, tu bebé formará conocimientos sobre el mundo que le rodea por medio del juego simbólico y la experimentación. Cuando manipula con sus manos los objetos, los lanza, choca, esconde y les da diferentes usos, está conociendo sus características. Por eso es común que lance la papilla al suelo cuando come. ¡Así experimenta la gravedad! ¡Y cómo ríe al ver la reacción del adulto!

Simultáneamente, tu bebé va aprendiendo el nombre de los objetos y conceptos a través de tus conversaciones. Aprende cualidades sencillas, como "duro" o "líquido". También otras más complejas, como "valiente" o "mágico". Incluso, observa atentamente cómo reaccionas y qué sientes frente a sus propias acciones.

Así es como tu bebé empieza a desarrollar su imaginación; a crear mundos infinitos, historias, lugares y personajes. ¿Y has visto cómo puede pasar horas disfrutando de dos muñecos que hablan entre sí y tienen aventuras? Todo este juego simbólico lo entrena y le permite desarrollar su capacidad para (González-Villavicencio et al., 2022):

  • Reflexionar.
  • Crear su propia historia.
  • Buscar soluciones a sus experiencias.
  • Entender el mundo físico y social a su alrededor.

¡Estimula el pensamiento y la creatividad con el juego simbólico!

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Para fomentar el juego simbólico en los primeros tres o cuatro meses de vida, existen numerosas actividades en familia que puedes realizar. Aquí te damos algunas ideas (González-Villavicencio et al., 2022):

  • La estimulación con juguetes y materiales variados y cotidianos brindará gran satisfacción a tu bebé y estimulará su desarrollo cognitivo. Facilitarle objetos con diferentes texturas (muñecos, mantas, objetos grandes), sonidos al golpear superficies e incluso olores (de frutas) permite que empiece a crear conocimientos del mundo y experimentar sus cualidades.
  • ¿Por qué no retomar los juegos para baby shower en los que participen los bebés de tu familia? Cada niño puede escoger un animal para imitar su voz, gestualidad y corporalidad.
  • Cuando tu bebé ya puede enfocar brevemente su atención, las representaciones con muñecos a manera de títeres estimulan su futuro juego simbólico. Puedes darle voz y movimiento a uno de los muñecos. Esto ayudará a que tu hijo desarrolle la habilidad de crear su propio juego imaginativo.
  • ¡Por supuesto que los libros son recomendados para estimular el juego simbólico! Desde los 6 meses de edad, en especial, utiliza cuentos con imágenes. Señala y nombra las ilustraciones para estimular su capacidad de representación verbal.

Otras opciones que promueven la creatividad

Cuando tu bebé tiene mayor independencia para mover su cuerpo, desde el primer año hasta los tres años, puedes compartir juego simbólico más variado:

  • En la primera infancia, tu hijo podrá llevar más allá su imaginación. Prepara materiales (cajas, papeles de colores, piedras, plastilina, telas) para que pueda construir lugares nuevos usando su creatividad. Puedes estimularlo con preguntas como “¿qué podemos construir con esto?”, “¿quién vive allí?”, “¿qué le gusta hacer a la persona en este lugar?”.
  • Llena una tina con agua y proporciónale a tu bebé diversos objetos reciclados o comunes, como vasos y hojas. Así, podrá simular construir barcos que flotan y navegan por el mar. Además, puedes añadir elementos como anclas, pasajeros, piratas o capitanes (usando tapas de botella, pequeños bloques, etc.) para recrear aventuras en altamar. De esta manera, el niño podrá dar vida a sus propias historias e imaginación.
  • Proporciona materiales moldeables o modificables para que tu bebé pueda crear nuevos objetos. Por ejemplo, con plastilina o arcilla puede formar comida "de mentiras" y jugar a comerla. Haz preguntas que ayuden a estimular su pensamiento, como "¿a qué te sabe?", "¿está frío o caliente?", "¿lo metemos en un horno?".

Acompaña el desarrollo de su imaginación

Los padres juegan un papel fundamental para apoyar el desarrollo infantil. Desde los primeros momentos de vida, tienen la responsabilidad de brindar un ambiente estimulante, con colores, sonidos y formas distintas al tacto. Este es el entrenamiento inicial para que los bebés aprendan a centrar su atención y diferenciar los objetos y sus cualidades.

En la medida en que un bebé empieza a movilizarse por el espacio, también es importante que los padres le garanticen un entorno libre de peligros en el cual pueda explorar. Hay que acompañar su acercamiento a objetos que le generen inseguridad y fomentar las actividades que le permitan lograrlo. Esto es fundamental porque los padres son fuentes de seguridad para la exploración.

Palabras alentadoras como “ven aquí”, “¡tú puedes!” o “inténtalo otra vez” lo ayudarán a esforzarse y a empezar a creer en sí mismo. De igual manera, actividades como caminar, alcanzar un objeto o construir algo, entre otras, le otorgarán certeza. Dedicar este tiempo de calidad fortalecerá la relación mutua y hará que el bebé se sienta seguro en la aventura de conocer el mundo. Además, mejorará su confianza y desarrollará su pensamiento. Por todo esto, los juegos lúdicos con él son fundamentales para estimular el juego simbólico (Ramos, 2020).

Por último, los estilos de crianza con autoridad te permitirán acompañar mejor a tu bebé en su proceso de desarrollo. Estos enfoques fomentan que el niño aprenda a expresar sus opiniones y a tomar la iniciativa en el juego simbólico. Si además utilizas disciplina positiva, podrás enseñarle que hay límites y normas desde el afecto y el acompañamiento incondicional. Así, como madre, tendrás la posibilidad de explicarle qué precauciones debe tener, pero también permitirle explorar. A partir de esto, él podrá imaginar y crear mundos infinitos para ser feliz.

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