Cuando un bebé se golpea la cabeza, es normal asustarse y preocuparse. Como madre, en esos momentos, te llenas de miles de pensamientos, pero lo primero es mantener la calma (Jablonski, 2019).
No es una situación frecuente durante el puerperio ni en los primeros meses de vida de tu bebé, pero sí cuando tu hijo aprende a gatear y a caminar (Jablonski, 2019).
Ya pasó el tiempo en que oías su frecuencia cardíaca fetal o lo veías a través de ecografías. Ahora está fuera de tu barriga, tiene curiosidad y es natural que intente explorar todo a su alrededor. Así que descubre con nosotros qué hacer si tu bebé se golpea la cabeza, porque es muy probable que te enfrentes a esta situación.
No hay una sola causa para los golpes en la cabeza que pudiese sufrir tu bebé. En general, se combinan diferentes circunstancias, como las siguientes (Robinson y Portin, 2024):
Hay situaciones que no son de urgencia, por ejemplo, el sarpullido en bebés, o el reflujo en bebés. Estas son afecciones que puedes manejar con más tiempo.
Sin embargo, si tu bebé se golpea la cabeza, debes definir desde el principio la gravedad de lo que pasó (Jablonski, 2019). Para ello, tendrás que prestar atención a la presencia de alguno de los siguientes signos de alarma tras el golpe (Manrique et al., 2019):
Cualquiera de estas señales, luego de que tu bebé se golpee la cabeza, es indicativo de que debes asistir a un servicio de urgencias. Tu hijo necesitará una evaluación detallada y, quizás, tomografía o resonancia magnética para determinar el alcance de la lesión (Robinson y Portin, 2024).

La primera reacción cuando tu bebé se golpea la cabeza es de nervios y preocupación. Sin embargo, debes intentar mantener la calma para tomar decisiones adecuadas (Jablonski, 2019).
Evalúa la situación y revisa la zona del golpe. Observa si hay sangrado en el cuero cabelludo, si se formó un hematoma de repente o quedó algún objeto punzante incrustado (Jablonski, 2019).
Si la herida es muy grande o tu bebé tiene alguna de las señales de alarma que ya mencionamos, llama a emergencias. Mientras tanto (Jablonski, 2019):
Por otro lado, ante una herida pequeña, sin signos de alarma y con poca hinchazón, puedes tomar medidas caseras de control. Coloca una compresa fría o hielo envuelto en un paño sobre la hinchazón durante 5-10 minutos (NHS, 2024).
Permite que tu bebé duerma, pero despiértalo cada tres o cuatro horas para asegurarte de que está bien. Mantente atenta a la aparición de señales de alarma durante las primeras 24 horas (NHS, 2024).
Los golpes no son como los cólicos en bebés, ya que la mayoría de los traumatismos sí se pueden prevenir. Hay medidas que puedes tomar para reducir el riesgo de que tu bebé se golpee la cabeza, y son las siguientes (Robinson y Portin, 2024):
En la mayoría de los casos, tu bebé se golpea la cabeza como parte del proceso natural de aprendizaje y crecimiento. La solución no está en limitarlo, sino en brindarle seguridad. Recuerda, con la supervisión adecuada, minimizarás el riesgo de accidentes para que siga descubriendo el mundo con tranquilidad.
NHS National Health System. (2024, 26 de octubre). Head injury and concussion.
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