Los pezones de una mujer embarazada también tienen cambios importantes y eso es perfectamente normal. Durante el embarazo, el cuerpo de una mujer pasa por numerosas transformaciones y se prepara para la llegada de su bebé. Así que, es normal que notes cambios en tu cuerpo, incluso en las areolas y pezones.
Aquí te explicamos qué esperar y por qué ocurren estas variaciones.
Cambios que sufren los pezones de una mujer embarazada
Tus pechos, areolas y pezones van a transformarse a lo largo de todo el embarazo. A continuación, revisaremos los cambios que puedes experimentar, para acompañarte en este proceso.
Primer trimestre
Los pezones de una mujer embarazada pueden empezar a cambiar desde el primer mes de embarazo. Estas son las transformaciones más destacadas (Cigna, 2023; Artral, 2022):
- Crecimiento: desde las primeras etapas del embarazo, los senos comienzan a crecer. Podrás sentir que el sostén te queda más ajustado. Además, conforme vaya avanzando el embarazo, quizás necesites un sostén de 1 o 2 tallas más grande.
- Sensibilidad aumentada: es probable que sientas una mayor sensibilidad en los pezones, las areolas y el pecho en general. Esta sensación puede variar desde leve incomodidad hasta una sensación bastante dolorosa.
- Venas visibles: a medida que el embarazo avanza, las venas en el área de los pezones y las areolas pueden volverse más visibles.
Segundo trimestre
En el segundo trimestre nuevos cambios aparecen. Entre ellos se presentan (Cigna, 2023; Artral, 2022):
- El tamaño y forma de los pezones de una mujer embarazada: los pezones pueden volverse más prominentes y las areolas pueden crecer en tamaño.
- Cambio en el color: notarás que los pezones y las areolas se oscurecen.
- Picazón y sequedad: la piel de tus pechos puede volverse más seca y picar. Esto probablemente se debe al estiramiento de la piel conforme tus pechos continúan creciendo.
- Secreción de calostro: alrededor del segundo trimestre, puedes comenzar a notar una secreción amarillenta, conocida como calostro, que es el primer tipo de leche que tu cuerpo produce. El calostro es rico en nutrientes y anticuerpos, además de crucial para el desarrollo del recién nacido.
Tercer trimestre
En este momento, se intensifican la mayoría de los cambios antes mencionados y pueden ocurrir algunos adicionales; por ejemplo (Cigna, 2023; Artral, 2022):
- Algunas mujeres pueden notar pequeñas protuberancias en las areolas, conocidas como tubérculos de Montgomery. Estas glándulas secretan un aceite que lubrica y protege la piel del pezón durante la lactancia.
- Hay un aumento de la sensibilidad en los pezones de una mujer embarazada conforme te acercas a la fecha de parto.
- Tal vez empieces a notar algunas líneas finas en la base de tu seno o en dirección a las areolas. Pueden ser de color rosado o más claras que tu tono de piel. Las estrías aparecen debido al estiramiento brusco de la piel. También podrías empezar a verlas en tu barriga de embarazada.
¿Por qué los pezones de una mujer embarazada tienen tantos cambios?
Todos los cambios en tus pechos tienen como propósito fundamental el preparar el cuerpo para la lactancia. De forma que, las hormonas (principalmente los estrógenos) estimulan un aumento del flujo sanguíneo a tu pecho que se traduce en venas más visibles. También hay crecimiento y desarrollo de las glándulas mamarias. Estas serán las encargadas de producir la leche que será el alimento del bebé (Artral, 2022).
El oscurecimiento del tamaño de los pezones y areolas en el embarazo también es una respuesta a la acción de las hormonas. Sucede principalmente porque aumenta la melanina de la piel. Adicional, el contraste de colores ayudará al bebé a ubicar más rápido tu pecho. Asimismo, el crecimiento de la areola y el pezón facilita la succión del bebé durante la lactancia (Artral, 2022).
Cómo aliviar las molestias en los pezones de una mujer embarazada

Sabemos que los cambios en los pechos y pezones de una mujer embarazada pueden traer molestias; por eso, te recomendamos lo siguiente (Cigna, 2023):
- Usa un sostén cómodo y de tu talla actual. Algunas mujeres prefieren los sostenes de algodón y sin varillas.
- Haz uso de sostenes con tirantes gruesos y una banda bajo el pecho. Estos pueden darte un mejor soporte.
- Mantén la piel de las mamas, areolas y los pezones hidratada. Para ello, puedes usar aceites o cremas sin perfumes.
- Lava tus senos con agua tibia y no uses jabón en las areolas y pezones. Esto evita que no te dé resequedad.
- Si sientes mucho dolor puedes utilizar compresas frías durante algunos minutos para aliviar la incomodidad.
- Algunas mujeres encuentran útil dormir con un sostén de algodón que mantenga sus senos seguros y sin apretarlos.
- Si estás en el último trimestre del embarazo y tienes secreción de calostro, puedes usar algún protector de pezón que absorba la secreción.
- Algunas mujeres encuentran alivio en la sensibilidad de los pezones con el uso de pezoneras, especialmente durante el periodo de lactancia.
¿Cuándo consultar al médico?
Aunque la mayoría de los cambios en las areolas y pezones de una mujer embarazada son normales y forman parte del proceso natural de preparación para la lactancia, hay algunas señales que podrían indicar problemas y que requieren la atención de un médico. Presta mucha atención (Krans, 2020; Moldenhauer, 2024):
- Bulto o masa firme e irregular en el seno o la axila.
- Hoyuelos en la piel similar a la cáscara de una naranja.
- Secreción anormal por el pezón como secreción maloliente o con sangre.
- Cambios en la posición de un pezón; por ejemplo, que se vuelve hacia adentro cuando siempre ha estado hacia afuera.
- Enrojecimiento en la zona del pezón o el seno.
- Dolor persistente y muy intenso en una parte específica del seno.
- Enrojecimiento de un pecho.
- Tener un pecho muy caliente en relación con el otro.
Los cambios en los pezones de una mujer embarazada son una parte natural del proceso de preparación del cuerpo para la lactancia. Desde el aumento de la sensibilidad y el oscurecimiento del color hasta la secreción de calostro son signos normales. Sin embargo, siempre es importante estar atenta a cualquier señal que pueda indicar un problema. Si tienes dudas o preocupaciones, no dudes en consultar a tu médico para recibir el apoyo y la orientación que necesitas.