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Salud

Placenta envejecida: por qué sucede y cómo la detectan los médicos

Mujer embarazada en control médico.
Aprende todo lo que debes saber sobre la placenta envejecida para estar más tranquila.

La placenta cambia a lo largo de las distintas etapas del embarazo. A medida que se acerca el momento del parto, se vuelve más dura y se llena de calcio. Si ese endurecimiento aparece antes de la semana 35 de gestación, se denomina placenta envejecida o envejecimiento placentario precoz (Manrique y Huertas, 2021).

Se trata de una situación que necesita atención médica. El envejecimiento afecta el funcionamiento de la placenta y puede alterar la llegada de nutrientes y oxígeno a tu bebé (Medline Plus, 2022).

Aprende con nosotros cuáles son las causas de este problema y cómo lo diagnostican los médicos. Además, te explicamos qué medidas se deben tomar para minimizar los riesgos.

¿Por qué es un problema la placenta envejecida?

Si la placenta se endurece antes del momento en el que debería hacerlo, podrían aparecer complicaciones. Para el bebé, los posibles problemas son los siguientes (Wardinger y Ambati, 2022):

  • Restricción del crecimiento intrauterino: el bebé no alcanza el tamaño esperado para su edad gestacional. Esto sucede porque no está recibiendo la cantidad adecuada de nutrientes a través de la placenta.
  • Parto prematuro: la placenta envejecida puede indicarle a tu cuerpo antes de tiempo que es momento del parto. Por lo tanto, podrían iniciar las contracciones para el nacimiento antes de la semana 37.
  • Bajo peso al nacer: el bebé tal vez nazca con un peso menor al esperado si hubo restricción del crecimiento.

Las madres también tienen complicaciones por el envejecimiento placentario, como (Medline Plus, 2022):

  • Preeclampsia: es una condición en la que hay hipertensión asociada al embarazo y problemas en los riñones.
  • Desprendimiento prematuro de placenta: la placenta se separa del útero antes del parto, lo que causa hemorragias.
  • Nacimiento complicado: el parto inducido y la cesárea suelen ser situaciones más frecuentes entre las mujeres con envejecimiento placentario.

Causas de la placenta envejecida

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La placenta envejece por factores que no son claros. Algunas mujeres tienen predisposición genética a que les suceda, por lo que no es posible identificar una causa concreta del problema (Wang et al., 2022).

No obstante, hay situaciones y circunstancias que sí se sabe que aumentan el riesgo de tener placenta envejecida, como las siguientes (Cleveland Clinic, 2023; Wardinger y Ambati, 2022):

  • Tener más de 35 años: las madres que cursan un embarazo después de esta edad tienen más riesgo.
  • Consumo de tabaco y alcohol: ambas sustancias alteran el desarrollo normal de la placenta.
  • Sobrepeso y obesidad: las mujeres que tienen un peso elevado desde antes del embarazo o que suben más kilos que los recomendados durante la gestación, están en mayor riesgo.
  • Enfermedades crónicas: las madres con diabetes o hipertensión arterial están más expuestas.
  • Preeclampsia y otros problemas de presión arterial: son enfermedades del embarazo que alteran la llegada de sangre a la placenta. Por lo tanto, aceleran su envejecimiento.
  • Alteraciones propias de la placenta: si la placenta tiene una forma irregular o no se adhiere bien al útero, envejece antes de tiempo. También si no crece lo suficiente a lo largo de los meses.

¿Cómo se diagnostica?

La ecografía de embarazo es la principal prueba para detectar placenta envejecida. Con los mismos exámenes que se realizan de seguimiento, es posible que el médico haga el diagnóstico del problema (Wardinger y Ambati, 2022).

Debes saber que, a través de la ecografía, es posible ver cómo está la placenta a cada momento del embarazo. De acuerdo con lo que el médico ve en el estudio se clasifica a la placenta en grados (Mora Molina, 2024). Estos grados son:

  • Grado 0 cuando no hay modificaciones.
  • En el grado 1 aparecen algunos puntos blancos de calcio.
  • Es grado 2 cuando hay varios puntos blancos y se nota una textura más dura.
  • Finalmente, el grado 3, el último, donde la placenta está llena de calcio y lista para el parto.

Los médicos analizan los puntos blanquecinos de calcio en las imágenes y le dan a la placenta un grado. Si se alcanza el grado 3 antes de las 35 semanas de embarazo, entonces se diagnostica placenta envejecida (Manrique y Huertas, 2021).

Junto con la ecografía se puede realizar Doppler. Además, también se monitorea el desarrollo del bebé para detectar restricción del crecimiento intrauterino (Wardinger y Ambati, 2022).

¿Qué hago si me detectaron placenta envejecida?

Cuando se detecta placenta envejecida, se considera un embarazo de alto riesgo. En la actualidad, no hay medidas específicas para revertir la situación. Solo se recomienda suspender el cigarrillo o el alcohol, si estabas consumiendo, y controlar las enfermedades médicas que pudieses tener a través del tratamiento indicado por tu obstetra (Hickman, 2024).

En cuanto a medicamentos, no hay fármacos que hayan demostrado ser efectivos en un 100%. Algunos médicos prescriben ácido acetilsalicílico a bajas dosis y vitaminas en suplementos. O, en los casos más graves, nitroglicerina (Wardinger y Ambati, 2022).

Si se determina que el envejecimiento de la placenta afecta severamente al bebé, el médico tal vez recomiende adelantar el parto. Esto se hará a través de una inducción o una cesárea programada. En esos casos, se intentará mantener el mayor tiempo posible al bebé dentro de la panza. Todo hasta que crezca lo suficiente para tener menos complicaciones al nacer (Wardinger y Ambati, 2022).

El seguimiento constante es fundamental si tienes diagnóstico de placenta envejecida. A través del monitoreo y las ecografías, el médico determinará si hay que adelantar el parto o no. Además, evaluará cuándo es el mejor momento para que tu bebé nazca con menos complicaciones (Hickman, 2024).

Mantener la calma en esta situación es clave. Cumplir con las citas programadas y respetar las indicaciones médicas te ayudará a llevar un embarazo saludable, con buenos resultados para ti y para tu bebé.

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