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Salud

Sudor en el embarazo: causas y soluciones prácticas para refrescarte

Mujer embarazada tomando sol.
¿Por qué se produce el exceso de sudor en el embarazo? Descubre las causas.

El aumento del sudor en el embarazo es uno de los muchos cambios que tu cuerpo experimenta durante esta etapa. Aunque pueda resultar incómodo, no debe ser motivo de preocupación, ya que existen formas sencillas y seguras de mantenerte fresca.

La transpiración es un mecanismo natural que utiliza tu cuerpo para regular su temperatura. Cuando sientes calor, las glándulas sudoríparas liberan sudor que, al evaporarse, enfría la piel y evita el sobrecalentamiento. Durante el embarazo, el proceso se vuelve fundamental, debido a que la gestación eleva ligeramente tu temperatura corporal (Murray, 2024).

En este artículo te explicaremos por qué aumenta la sudoración durante el embarazo, cómo cuidar tu comodidad y cuándo podría ser necesario acudir al médico.

¿Por qué aumenta la producción de sudor en el embarazo?

En el embarazo, tu cuerpo experimenta una serie de cambios hormonales y físicos que pueden hacer que sudes más de lo habitual, sin importar la temperatura del ambiente (Aguirre, 2024). Este exceso de sudoración, aunque incómodo, es esperable y normal. A continuación, una lista de explicaciones de por qué aparece (Murray, 2024; O’Connor, 2022; Perry, 2023):

  • Cambios hormonales: el aumento de estrógenos y progesterona eleva tu temperatura corporal. Ahora eres más propensa a los sofocos y a la sudoración excesiva. Además, la actividad de la glándula tiroides se intensifica, acelerando tu metabolismo y generando más calor.
  • Aumento del flujo sanguíneo: durante el embarazo, tu cantidad de sangre se incrementa hasta un 45 %. Esto se debe a que necesitas mayor cantidad para transportar nutrientes, tanto para ti como para tu bebé. Sin embargo, más sangre provoca que se dilaten los capilares de la piel, con la finalidad de ayudar a disipar el calor, lo que intensifica el sudor en el embarazo.
  • Mayor actividad metabólica: literalmente, estás «trabajando para dos». Este esfuerzo adicional genera más calor, y por ello hay mayor sudor en el embarazo.
  • Aumento de peso: cargar con el peso extra del bebé requiere más energía. Esto también puede elevar tu temperatura corporal, haciéndote sudar más.

Hay otras razones que no siempre tienen que ver con el funcionamiento interno de tu cuerpo; por ejemplo, la exposición a temperaturas ambientales elevadas en verano, el exceso de actividad física, altos niveles de estrés e, incluso, ciertos medicamentos pueden contribuir a que sudes más.

¿En qué etapa del embarazo hay más sudoración?

El exceso de sudor en el embarazo es algo muy común, especialmente en las noches. Muchas mamás se despiertan empapadas, debido a los sudores nocturnos (O’Connor, 2022).

El fenómeno ocurre con mayor frecuencia en el primer y el tercer trimestre; son períodos marcados por cambios hormonales más intensos. La buena noticia es que, en el segundo trimestre, las hormonas se estabilizan y podría darte un respiro (Jablonski, 2019). Sin embargo, después del parto, hay mujeres que siguen sudando más de lo habitual por unas semanas. Solo hasta que el cuerpo se reajusta (Murray, 2024; O’Connor, 2022).

¿Qué áreas son más propensas al sudor en el embarazo?

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Aunque puedes notar sudoración en todo el cuerpo, las zonas con más glándulas sudoríparas suelen ser las más afectadas, como:

  • Axilas.
  • Cabeza.
  • Manos y pies.
  • Pecho y espalda.

Consejos para manejar el exceso de sudor en el embarazo

No puedes evitar por completo la situación, pero hay maneras de reducir las molestias y sentirte más fresca. A continuación, te ofrecemos las siguientes estrategias recomendadas (Murray, 2024; O’Connor, 2022; Perry, 2023):

  • Hidratación constante: bebe suficiente agua durante el día para compensar los líquidos perdidos por el sudor en el embarazo.
  • Ropa adecuada: opta por usar prendas holgadas y de tejidos naturales, como algodón o lino, estas telas permiten que tu piel respire y reducen la sensación de calor.
  • Ambiente fresco: usa ventiladores, aire acondicionado o mantén las habitaciones ventiladas para mantener un ambiente fresco. Cuando salgas, procura llevar un abanico o ventilador portátil para refrescarte.
  • Higiene personal: báñate cada vez que lo necesites, especialmente durante los días calurosos o después de episodios de sudoración intensa. Opta por jabones y desodorantes suaves, formulados específicamente para embarazadas y elaborados con ingredientes naturales. Esto te ayudará a evitar la irritación en tu piel.
  • Descanso cómodo: usa pijamas ligeras y holgadas de tejidos naturales. Si el sudor nocturno es muy intenso, prueba colocar una toalla sobre las sábanas. Esto ayudará a absorber el exceso de sudor en el embarazo, cuidando tus sábanas al mismo tiempo.
  • Ejercicios para embarazadas: realizar actividades físicas moderadas ayuda a mejorar tu circulación y a regular la temperatura. Eso sí, evita ejercitarte de noche para minimizar los sudores nocturnos.
  • Relájate: controlar el estrés en el embarazo es clave, ya que este puede intensificar la sudoración. Practica técnicas de respiración o yoga prenatal para relajarte.

¿Cuándo consultar al médico?

El exceso de sudor en el embarazo es algo normal. Sin embargo, hay ocasiones en las que podría tratarse de alguna enfermedad y, en ese caso, necesitarás asistencia médica.

Por lo tanto, consulta si el sudor se presenta acompañado de:

  • Fiebre.
  • Debilidad o fatiga extrema.
  • Comezón intensa en todo tu cuerpo.
  • Persistencia por semanas después del parto.

Estas señales son indicativas de una situación que podría ser problemática. La hipertensión gestacional y la diabetes en el embarazo, por ejemplo, son capaces de aumentar tu sudor. También sucede con algunas dermatosis del embarazo o con infecciones, como la varicela en el embarazo (Laguna, 2023).

Aunque molesto, el sudor en el embarazo, casi siempre, será una respuesta natural de tu cuerpo a los cambios que estás experimentando. Con las medidas adecuadas puedes minimizar las incomodidades y disfrutar de esta etapa. Recuerda que cada gota de sudor es una prueba de que tu cuerpo está trabajando incansablemente para cuidar de ti y de tu bebé.

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