Este mes tiene un ingrediente especial para tu bebé de 11 meses y para ti, ya que acercándote al primer año viven el cierre de un primer ciclo y te preparas para iniciar de manera muy simbólica la vida que vendrá. Es usual que quieras celebrar el primer año de tu bebé e incluso los preparativos de la fiesta serán una oportunidad increíble para que él se involucre y participe, lo que le permitirá desarrollar habilidades en un clima lleno de sentido y alegría.
Las fiestas son significativas para los bebés porque se diferencian de la vida cotidiana, de ahí que pueden ser también muy íntimas, no requieren de grandes inversiones y le muestran al bebé lo amado que es.
Las tarjetas de invitación podrían ser decoradas con la impresión de sus manitos pintadas, la exploración del color, de la textura, la misma posibilidad de dejar una huella que permanece, que dice que él o ella estuvo allí. Son verdaderos actos de magia para los bebés de 11 meses que están próximos a cumplir su primer año, así se van familiarizando con la representación gráfica que en unos años les permitirá pintar todo lo que saben y todo lo que sienten.
Si bien el objetivo son las tarjetas, la actividad promete mucha diversión para tu bebé de 11 meses, si le permites pintar otras partes de su cuerpo, así va reconociendo en este mapita coloreado, lugares que tal vez no habían sido tan explorados, sus rodillas, el cuello, puede jugar con su ombligo coloreado, y si le muestras un espejo disfrutará ver su frente y su nariz bellamente decoradas.
“El baño será una maravillosa excusa para ir nombrando cada parte del cuerpo que vuelve a aparecer debajo del arcoíris.”
En el camino que tu bebé de 11 meses recorre hasta lograr pararse en sus dos piernas, hay distintos tipos de retos, en cuanto al dominio de su cuerpo. Tu bebé desarrolla ejercicios que lo fortalecen y lo hacen cada día más hábil, como por ejemplo: Empinarse, doblar las rodillas y volverse a erguir, trepar muebles, bajar de ellos, sostenerse por breves instantes, pararse empujándose con las palmas de sus manos o incluso estando parado agacharse y de nuevo impulsarse hacia arriba haciendo cuclillas.
Hay otro reto un poco más invisible y no menos importante y tiene que ver con la valentía que supone asumir el vértigo de estar parado, de soportar las caídas y de confiar en que tus brazos y tu afecto lo esperan cada vez que tome el riesgo, porque vale la pena caminar como lo hacen los otros y también desea obtener el trofeo de la celebración más llena de entusiasmo que jamás tu bebé soñó.
“Recuerda esperar hasta el momento en el que tu bebé se sienta preparado y no apurar una conquista tan personal y tan maravillosa.”
Prepara una mezcla de engrudo con anilinas vegetales o consigue pinturas dactilares, extiende suficiente papel en el piso y dispón tu espíritu para disfrutar sin que importe mucho el desorden. ¡Te auguramos un rato de profundo goce artístico al lado de tu bebé!
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