Tu bebé de 4 meses sigue creciendo y ¡los trasnochos y los incómodos gases no han acabado con tu paciencia y con la de papá!
La tarea de sacar esos gasesitos a tu bebé de 4 meses, será un poco menos ardua ahora que él hace esfuerzos por dominar su cuerpo y ensaya una serie de valiosos ejercicios muy similares a las rutinas de abdominales que se proponen en los gimnasios y esto le ayudará a librarse de estos incómodos visitantes.
En el cuarto mes de tu bebé, la fortaleza y el dominio de los músculos de su abdomen, su pecho y su espalda será el respaldo de sus intentos por voltearse. Los masajes son muy útiles, así como la posibilidad de experimentar cómo su cuerpo es cargado por distintas personas y en diferentes superficies.
La ampliación de los momentos en que permanece despierto y las diferentes actividades que le ofreces en este cuarto mes, harán de las noches un período cada vez más largo. De no ser así, ten confianza en que las noches completas ya llegarán.
Para muchos bebés de cuatro meses, el movimiento es una experiencia fascinante, son capaces de cosas asombrosas y los papás descubrirán cualidades que ellos mismos con el tiempo han dejado de tener. Si no lo crees, intenta llevarte el pie bien cerquita de los ojos para examinarlo detenidamente... ¿Qué tal?
Ahora que tiene un mayor, aunque no definitivo, control de sus brazos, manos y piernas, las posibilidades que le brindan los objetos de su alrededor serán maravillosas experiencias de desarrollo. Cuando hablamos de objetos interesantes, no nos referimos a juguetes costosos y sofisticados, si cuelgas un sonajero al alcance de sus pies y le muestras cómo patearlo, acompañando su movimiento, ¡verás cómo descubre el placer de jugar!
A tu bebé de 4 meses le gusta trepar hasta alcanzar el rostro de papá y mamá y de esta manera logrará ponerse en posición vertical, así anticipa la proeza de estar erguido. En los seguros brazos de sus padres, alcanzará alturas y luego volverá a sentir ese terreno firme y seguro que lo espera, así se construye la confianza.
Los músicos hablan de la manera como exploran nuevos registros, si te das cuenta, tú también le has ofrecido este rico repertorio de sonidos cuando le hablas imitando un poco su voz y exagerando con gracia durante sus “gorjeadas” conversaciones.
Si ves que de pronto hace una pompita con saliva, anímalo a seguir, este es uno de esos juguetones ejercicios que le permiten ensayar la coordinación de su lengua, sus labios y el aire. Es precisamente el primer escalón para llegar a hablar; no es necesario que lo imites, pero si aún conservas estas habilidades y no te molesta, ¡hazlo!.
Ahora su voz y la gestualidad de su cuerpo son más expresivas, las emociones como la rabia y la alegría se han hecho más claras y en esto ha sido útil la intervención de los padres y cuidadores que quieren comprender lo que dice tu bebé de 4 meses.
Esto le mostrará que las palabras que más adelante va a construir, le permiten dar cuenta no solo de lo que sabe o hace sino también de lo que siente.
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