Una de las etapas más anheladas durante el proceso de crecimiento de los niños, es cuando llega el momento de hacer caminatas y nuevas actividades al aire libre. Pues, bien, al llegar el mes 28 de tu bebé, esto se hace posible.
La vida contemporánea hace que muy rápidamente los niños se hagan sedentarios, por ejemplo, frente a un computador o una pantalla de televisor. Muchos niños pasan varias horas del día sentados en una sillita de carro mientras son trasladados de un lugar a otro.
Y si la vida sedentaria tiene efectos negativos sobre la salud psíquica y emocional de los adultos, en el desarrollo de los niños pequeños sus efectos resultan mucho más preocupantes.
De ahí que cada esfuerzo que hagas por ofrecerle a tu bebé y a ti misma, sean experiencias que inviten al movimiento y a tomar conciencia del cuerpo.
¡Este espacio los hará seres más saludables y felices!
En el mes 28, tu bebé es un caminante. Esta es una conquista que representa alegría para él/ella, y una gran oportunidad para que tú puedas practicar ejercicio al aire libre.
Cuando esto sucede, tu bebé coordina sus movimientos y sorprendentemente también logra respirar de manera más profunda que de costumbre.
“Si mientras caminan, cantan una canción, también tendrá el reto de coordinar el ritmo de sus pasos con el ritmo de la canción.”
Si encuentran a su paso una montañita cubierta de prado, y le invitas a bajar por ella, la leve inclinación de esta le permitirá perfeccionar en su caminar el balanceo de los brazos hacia adelante y hacia atrás que sirven para impulsarse hacia adelante. En esta misma montañita podrá ensayar a caminar más rápido y con mayor seguridad.
Así mismo, tu bebé perfecciona una competencia que le permitirá más adelante correr con patrón cruzado, es decir; brazo derecho y pierna izquierda adelante y brazo izquierdo y pierna derecha atrás para después intercambiar el patrón. Suena complicado, pero si te fijas como corres, te quedará muy claro el concepto de patrón cruzado.
En los parques es usual encontrar unas estructuras a las que corrientemente llamamos pasamanos, si bien es cierto que tu bebé no está en capacidad de atravesarlo sin ayuda, junto a ti podrá columpiarse colgado de una de las barras.
En este caso, debes sostener parte de su peso sujetándolo de la cintura, y cada vez tu bebé tendrá la fuerza necesaria para sostenerse más tiempo mientras se columpia; sin embargo, no dejes de sostenerlo. Es muy probable que quiera ir pasando de una barra a otra.
Aquí también tu apoyo es fundamental, pues gracias a que está seguro, intentará hacer algo maravilloso.
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