Las estrías en el embarazo se deben al estiramiento excesivo de la piel en ciertas regiones de tu cuerpo. Las fibras menos elásticas se rompen y dejan pequeñas cicatrices. Regularmente aparecen hacia el último trimestre del embarazo cuando el estiramiento es mayor.
El tipo y el color de tu piel determinan las características que exhiben las estrías; además, la localización puede variar, desde tu panza, hasta las nalgas o las piernas. Generalmente en todos los tipos de piel las marcas resultan permanentes, pero al principio pueden ser más oscuras, evolucionando con los meses o años a marcas muy sutiles.
Para prevenir las estrías debes hidratar las zonas donde se espera mayor estiramiento, de esta manera se proporciona una mayor elasticidad y se disminuye la comezón. También debes contarle a tu médico la presencia de las estrías, ya que te puede recomendar algún tratamiento con el apoyo de un especialista. Generalmente el pigmento de las estrías disminuye con el tiempo, pero la textura suele permanecer más tiempo.
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